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Midnight in movies


Había brillado mucho el sol desde la última vez que vi Midnight in Paris. Pero ha sido hoy cuando he visto una clara explicación en ella de lo que es la nostalgia. Para aquellos que no hayáis visto la película, Midnight in Paris  está basada en la historia de un escritor, Gil, que viaja en el tiempo. En sus viajes, conoce a personajes de gran  relevancia, como Picaso, Hemingway, T.S.Elliot, Matisse, Lautrec,… entabla conversaciones con ellos, de los cuales muchos atribuyen a una mejora de su novela. Sin embargo, no quisiera irme por las ramas.

Hemingway constata que la nostalgia es negación del presente doloroso. Me encantan las películas que suscitan la reflexión, aunque solo sea por una frase sencilla. Y si oímos con atención tan sublime diálogo, podremos darnos cuenta que hasta el más ingenuo cineasta podría ser capaz de realizar una película con cierto sentido. ¡Sin ni siquiera darse cuenta! Me refiero a una buena escritura de guión, al poder del cine de hacernos entrar en razón. Y si además el guionista pone empeño en ello, en querer plasmar unos valores en su película… es demasiado. No digo que Woody Allen no pare a plantearse sus guiones, eso no puede decirlo nadie. Nada menos que el amor viene a ser otro de los temas del que se habla en esta película. De uno de los personajes salen las siguiente palabras: la cobardía viene de no amar o de no amar bien, que viene a ser lo mismo. Pero qué paradójico, porque el mismo protagonista refleja la pura imagen contraria a ello. (Aquí deberían dejar de leer el post aquellos que no han visto la película). Gil viaja a París sin ni siquiera tener claro si ama o no a su mujer. Sin embargo, ya se lo ha entregado todo. Y sigue teniendo sus dudas sobre la posibilidad de casarse con ella. Evidentemente no tiene ningún sentido casarse después de su historia, cuando se pasan la mayor parte del día discutiendo, comparándose, en definitiva, haciéndose un poco la vida imposible. Aunque es más egoísta la actitud por parte de la mujer, que solo busca su  propio interés, Gil no se queda corto. Y deja claro con el robo de los pendientes que  su compañera le importa bastante poco. Me parece «lamantapla» la actitud con que se ha planteado una historia tan genial. Pero como también dice Hemignway... ningún tema es horrible si la historia es veraz. Y lo cierto es que ésta lo es.

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